sábado, 13 de agosto de 2011

Avanzar con la Vida: Puede Fallar.

Superarse, avanzar, salir adelante. Todo suena a lo mismo: dejar el pasado atrás. ¿Superamos al pasado? ¿Lo dejamos atrás de nuestra espalda? Yo aprendí que es imposible. Para salir adelante con nuestra vida hay que ser fuertes y quizá la fortaleza no es eso que todos pensamos. La fortaleza no es NO llorar, NO caer, NO equivocarse. La fortaleza es aceptar lo que hiciste o lo que paso y que por eso se te callo una lagrima. No caer no nos hace más fuertes sino que nos fortalecen los raspones de aquella caída y lograr levantarnos con orgullo. La fortaleza se hace equivocándonos.
 Es característico no solo de la raza humana, sino de la vida en sí equivocarse. Entonces, se puede llegar a decir que nunca TE LA SABES TODAS. No entiendo que sería “TODAS” en la oración. TODAS las soluciones, TODAS las problemáticas, TODAS las características de… ¿la vida de un simple hombre en el planeta Tierra? Hay que aceptar que no nos las sabemos todas pero también hay que entender que los otros saben unas cuantas. Habrá que completar la ignorancia inmadura de los que recién empiezan el camino con la humilde sabiduría de los experimentados caminantes.  
Para no quedarse atrás hay que salir a delante. Para salir a delante hay que saber que el atrás existió y  en vez de pisarlo, poder amigarse y agarrarlo de la mano, agarrarlo fuerte para sentirlo delicadamente pero sujetarlo bien para que no se escape.
“La vida sigue” dicen cuando pasa algo malo, frase resentida e insensible pero real. Lo que no piensan las bocas que dicen esa horrible frase es que si bien la vida sigue no siempre es la misma vida. Nosotros lo que tenemos que pensar, es que los cambios, mas allá de ser buenos o malos, nos hacen crecer, nos hacen superar lo que creíamos eran nuestros limites, avanzar con ellos a cuestas y sobre todo nos obligan a SALIR A DELANTE.